La historia es esta.
Hace casi un año, todavía en la universidad, mi grupo y yo teníamos que organizar un evento para la clase de organización de eventos (duhhh).
Nuestro proyecto inicial era una exposición de la artísta plástica Eva Vale que conocimos gracias a Alvari, un compañero de clase. Hace un año, Eva no era lo que es actualmente pero ya se podía adivinar una carrera exitosa gracias a su gran talento artístico y a la gran PR que su manager lleva dentro.
La verdad es que yo adoraba ese proyecto. En primera, me encanta el arte. No soy conocedora ni experta, pero me gusta descubrir nuevas formas artísticas que me ayuden a entender mi pasión más grande en este mundo: la moda. Después de todo, la moda no es otra cosa más que una expresión artística de una cultura en determinado tiempo y espacio. En segunda, porque estuve muy involucrada con el proceso creativo que es una de los trabajos que más se disfrutan porque puedes echar a volar tu imaginación.
Si ese evento se hubiera realizado, la exposición se hubiera llamado My name is gorgeous, el venue hubiera sido una casa abandonada con un candelabro en la mitad del salón principal y se hubieran servido martinis fosforecentes.
No se realizó porque muchas circunstancias no lo permitieron. Un buen día nos vimos organizando el lanzamiento de accesorios y nadie volvió a tocar el tema, ni siquiera Eva. Algún día les contaré sobre el evento que finalmente organizamos, lo único que les diré es que se trató del evento de moda más cool de la temporada jajaja.
Después del incidente, Eva Vale empezó a subir como la espuma. Ha colaborado con empresas como Coca-Cola, Hard Rock Café y Adidas, por mencionar algunas. Incluso me he topado con reportajes de ella en las revistas de moda que leo religiosamente mes con mes.
Hace cuatro días recibí un correo de su manager en el que venía adjunta la siguiente invitación:
¿Fui invitada a propósito o recibí por error la invitación?.
Nunca sabré esa respuesta, no me atrevo a preguntar. Lo que sí sé es que hoy asistiré a esa exposición con la misma emoción con la que uno se cuela a un evento y con mi mejor accesorio: la versión nocturna de mis aviator shades.
Todo sea por el arte (yeah, right!!!).
La canción del día es I'm not your toy de La roux.
Ana Caro.
Sii!!!, me gusta pensar que iremos de coladas!!!
ResponderEliminarJajajajajja
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